(Tomado de Noticero Digital)
Jesús Torrealba
Diciembre 7, 2008
Bajo el paraguas, sobre los hombros, Yamilet pasea por ultima vez por su barrio
Un enardecido grupo de mujeres desciende la cuesta bajo un palo de agua. Sobre sus hombros un pequeño ataúd blanco se bambolea al compás de alaridos de dolor y rabia. Además de coronas de flores, este fúnebre cortejo porta pancartas. Letras irregulares, impactadas por la lluvia, se convierten en lágrimas sobre el papel. Unas piden justicia. Otras claman venganza. Todas exigen que, esta vez al menos, el crimen no sea premiado por la impunidad.
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Elba Cobi Jimenez, madre de Yamilet
Estamos en el suroeste de Caracas. Subiendo de la Redoma de La India hay que atravesar el centro de la Parroquia La Vega hasta tropezar con las rejas de la antigua fábrica de cemento. Desde el viejo portón hay que desviarse por un callejón y avanzar unas tres cuadras largas, hasta llegar a una bifurcación del camino. A la derecha y hacia abajo se retorna al centro de la parroquia, una de las más violentas de la ciudad. A la izquierda y hacia el cerro se llega al sector “El Petróleo” del Barrio San Miguel. Allí abrió sus ojos a la vida Yamilet del Carmen Cobi. También allí fue destrozada por la muerte. Entre ambos momentos apenas pasaron siete años.
Pancartas que claman justicia
Un hombre la arrebató de la puerta de su casa la noche del último sábado de noviembre. Al amanecer fue encontrada por los vecinos, que la buscaban tenazmente desde que se detectó su ausencia. Ultrajada su inocencia y casi desfigurado su rostro por golpes propinados con un pesado peñasco, la visión del diminuto cadáver es intolerable aun ahora, cuando ha recibido ya los piadosos arreglos visibles tras el cristal de la urna. Un vestidito blanco, como de primera comunión, protege el martirizado cuerpecito. Pero los estragos en la carita siguen visibles, a pesar de los afanes de una mano misericordiosa que quiso tapar con maquillaje y bondad las lesiones hechas por la maldad y la fuerza.
Sudor y lluvia no logran disimular las lágrimas. Nada que esconder: Si se es hombre, más aun si se es padre, el llanto viril es la única forma de decir en estas circunstancias “estoy contigo, sufro contigo, te acompaño en tu dolor”. Los anegados ojos de Elba Cobi Jiménez, la madre, me responden alucinados desde otro planeta, desde un mundo de pena y fiereza infinitas: “Al que hizo esto lo quiero vivo. Quiero que sufra lo que sufrió mi niña. No vamos a permitir que lo agarren y lo suelten otra vez, para que siga desgraciando vidas. ¡No lo vamos a permitir!”
“Solo era una niña”, dice la pancarta que carga este amiguito de la víctima
Ese mismo sábado en el Callejón Primero de Mayo, en Mesuca, Petare, una niña de tres años murió a balazos a manos de unos hampones. Cuarenta y ocho horas después, a las 8:30 de la mañana del lunes primero de diciembre, otra niña de cinco años fue herida mortalmente de un tiro en la cabeza en el sector “El Pueblito” del barrio El Mirador, en la parroquia 23 de Enero. Mientras cosas como estas ocurren, quien debería estar trabajando para garantizar la vida y seguridad de la gente esta “demasiado ocupado” haciendo dos y hasta tres “cadenas” diarias hablándonos de su tema favorito: de él mismo, de lo “indispensable” que es y de como esta dispuesto a “sacrificarse por la patria” manteniéndose en el poder hasta morirse de viejo. De hecho, mientras Yamilet en su pequeño féretro blanco pasea por ultima vez por su barrio, el ciudadano Presidente anuncia desde Maracay una “ofensiva fulminante”. Pero no contra el hampa. No contra los asesinos de niñas y niños. No contra la inseguridad que tiene en la gente de los barrios sus víctimas preferentes. La “ofensiva fulminante” que plantea el Presidente es contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, pues tanto la letra como el espíritu de ese texto fundamental se oponen a sus pretensiones continuistas.
En la noche, al llegar a mi casa, veo en el noticiero la repetición de parte de la “cadena”. El asco me obliga a apagar el televisor: Ver al personaje de la chaquetilla blindada ordenando a sus partidarios retorcer la Constitución para satisfacer su deseo de morirse de viejo en el poder, me hace recordar que justamente eso -”llegar a viejo”- es un lujo que no tendrán esas tres niñas, ni muchísimos otros venezolanos que carecen de guardaespaldas cubanos, no poseen chaquetas verdes blindadas, ni anillos de seguridad.
07 diciembre 2008
29 noviembre 2008
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El 23 Noviembre a Votar
En las pasadas elecciones dijimos NO al plan de convertirnos en la finca personal del magnate "Rojo Rojito", aún así quiso meternos su plan rechazado por leyes habilitantes.
Este domingo 23 vamos a ratificarle que NO ESTAMOS DEACUERDO. Mi voto es cruzado, para Henry Falcón (Oficialismo) y para Alfredo Ramos alcalde(Oposición). Pero mi voto a Falcón JAMAS será en el partido rojo.
¡Salgamos y hagamos que le quede bien claro que NO es NO!
02 diciembre 2007
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